El Tigre y el Dragón representa el equilibrio del Yin y Yang, es una de las obras más fantásticas, intensas y abstractas del Proyecto BIO. Gonzalo Álvarez quiso plantear una nueva consigna comunicacional: “el poder detenerse ante el silencio para observar”. Basado en sus conocimientos orientales del Pa-Kua, la obra expresa el equilibrio interno, la paciencia y la templanza. “Tener paciencia” como lo plantea la filosofía china tradicional. La obra especifica un principio de aprendizaje constante y de resiliencia.