ANIMALES NOCTURNOS

200 x 285 cm

28 de feb al 1 abril 2025

Con esta obra, el artista busca derribar mitos de miedo y suspenso sobre las especies nocturnas y resaltar su importancia en la naturaleza.

A menudo, los adultos transmiten temores infundados a los niños a través de relatos e historias sin fundamento científico, alimentando fobias y prejuicios que no solo distorsionan la percepción de estos animales, sino que también pueden llevar a su persecución y daño.

El artista quiere acercar al público a estos animales y mostrar cómo sus adaptaciones les permiten cumplir funciones clave en los ecosistemas. Como señala Gonzalo:

“Estos animales suelen ser mal vistos, pero son indispensables. Son reguladores de plagas, dispersores de semillas y polinizadores nocturnos.”

Los animales nocturnos han desarrollado características especiales que les permiten desenvolverse en la oscuridad. En su obra, Gonzalo representa a un murciélago, una boa constrictora, un mapache y un zorrino común, cada uno con adaptaciones sensoriales únicas:

El murciélago usa la ecolocalización, emitiendo ultrasonidos para orientarse y cazar en completa oscuridad. Algunas especies también polinizan y dispersan semillas.

La boa constrictora, de visión limitada, se vale de sus escamas termosensibles para detectar presas y emboscarlas con precisión.

El mapache y el zorrino poseen un olfato altamente desarrollado, lo que les permite captar olores en el viento para encontrar alimento. Ambos son omnívoros y diseminadores de semillas, contribuyendo a la regeneración de bosques y ecosistemas. Además, controlan poblaciones de insectos, larvas y roedores.

La visión, por ejemplo, es un sentido clave en otros animales nocturnos como el ocelote, el yaguareté, el ñacurutú y la lechuza campanario, permitiéndoles moverse con facilidad en la penumbra.

El tacto es fundamental en especies que habitan madrigueras, muchas de las cuales poseen bigotes o pelos sensoriales que les ayudan a ubicarse y detectar cambios en su entorno.

Finalmente, Gonzalo concluye:

“Todos los animales nocturnos han evolucionado para desempeñar un rol esencial en la naturaleza. Sin ellos, el equilibrio de los ecosistemas se vería afectado.

Por ello, la educación es clave para generar cambios profundos en la sociedad y derribar mitos sobre estas especies. Los niños deben crecer sin miedos infundados, así estarán más preparados para la aventura y podrán apreciar el mundo natural.”