Esta obra fue plasmada también por emociones reales. Unos niños y su maestra de sala de jardín de infantes conocieron virtualmente al artista. Intercambiar emociones con ellos fue fantástico y desde un comienzo lo inspiró a crear estos colores.
Durante el ciclo escolar 2021 el mundo de ésta aula fue llamado Chipilandia, de esos encuentros surgió el nombre completo de la obra.
Chipilandia resultó ser un lugar mágico y de alegría donde todo fue posible, allí se aprendió jugando con mucho afecto. Los niños a través del arte y de la mano de su maestra asimilaron contenidos de naturaleza y en particular sobre ésta especie. Las zarigüeyas fueron apodadas: Limbi, Lori y Pope Changuito.
ZARIGÜEYAS DE CHIPILANDIA – MÓDULO A
En Chipilandia, los chicos junto a su maestra Larissa además de investigar, dibujar y pintar crearon un cuento:
“Limbi que es la zarigüeya más pequeña todo lo ve, es la que repara siempre en los detalles, la que siempre comparte los secretos que no hay que guardar.
Lori es la mediana está siempre dispuesta a escuchar. Juntas combinan sus acciones trabajando en equipo. La regla es que nadie quede afuera y que todo se transforme en una forma de convivencia…”
ZARIGÜEYAS DE CHIPILANDIA – MÓDULO B
Según cuenta la historia:
“Pope Changuito es la mayor de las tres. Tal vez la más fuerte y en su espíritu cobija a todos. Cuida y protege con su poder llamado “Amor”. Se anima a todo y tal como hacen en su especie, lleva sobre sus espaldas a los que no tienen fuerza y a los que aún no están listos para emprender el viaje solos.
Cuentan por ahí que estas zarigüeyas llegaron con todo su amor para salvar al mundo. Porque la magia sucedió en Chipilandia….”